Cuando Robin Ince era niño, amaba la ciencia. Sin embargo, con el paso de los años, perdió su interés. Dejó de amarla cuando esta materia en la escuela empezó a mezclarse con números y fórmulas, alejándose un poco de la vida real. A él le gustaba realizar pruebas y experimentos extraños. No quería pasar horas y horas entre las páginas de un libro. Cuando creció, emprendió una carrera como comediante y actor, olvidándose de su antigua pasión. Sin embargo, de vez en cuando esa llama volvía a encenderse y se encontraba comprando tomos científicos de los cuales entendía poco o nada. Pero lo poco que entendía le gustaba mucho. Así que empezó a integrar poco a poco la ciencia en su vida. Comprendió que, más allá de cómo se enseña en la escuela, es una materia entrelazada con la realidad. De hecho, nos ayuda a explicar lo que nos rodea y nos obliga a hacernos preguntas fundamentales.
Una de esas preguntas se refiere a Dios. Se piensa que la ciencia es enemiga de la religión y que ambos aspectos no pueden coincidir. En el libro se habla de la película Creation, estrenada en 2009, que trata sobre Charles Darwin y las implicaciones religiosas de sus descubrimientos. En la película se observa como el biólogo experimenta un alejamiento de Dios y la fe; esto crea muchas tensiones en la familia porque la esposa de Darwin, Emma Wedgwood Darwin, es muy religiosa. De hecho, la teoría de la evolución ha llevado a reflexiones sobre la relación entre la ciencia y la fe religiosa. En el caso de Darwin, evidentemente, hubo una ruptura. Pero no siempre sucede así. Por ejemplo, en el libro se menciona al importante cosmólogo Carlos Frenk que sostiene que las estrellas y las galaxias, creadas por Dios, son de alguna manera predecibles, medibles y se pueden estudiar. El resto, sin embargo, no está bajo nuestro control. Para él, Dios creó la física y luego se fue de vacaciones. El resto, incluidos los sufrimientos que lamentablemente nos rodean, lo creamos nosotros. En resumen, Frenk admite en su visión, tanto a la ciencia como a Dios. Y esta es la perspectiva adoptada por la mayoría de los científicos en la actualidad.