The Intelligent Investor
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Invertir de forma inteligente, primero, requiere ser conscientes de cuánto tiempo estamos dispuestos a dedicar y con cuánto esfuerzo. De esto depende nuestra elección entre ser inversores pasivos y ser inversores activos. Si sabemos perfectamente que queremos hacer un esfuerzo mínimo, tenemos que adoptar una actitud defensiva y considerar la posibilidad de una ganancia moderada. Por lo contrario, quien está preparado a dedicarse con mucho esfuerzo a su cartera, puede elegir ser un inversor emprendedor. En The Intelligent Investor, Graham ha creado un método capaz de tutelar la calidad de la inversión para alcanzar resultados superiores a la media, dirigiéndose precisamente a esta clase de inversor. Hay que recorrer un camino sencillo: mirar hacia el pasado, analizar los datos, controlar los nervios y frenar el entusiasmo, comprar por debajo del valor real y vender si el precio lo supera, establecer un margen de seguridad.
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