¿Cuántas veces has dicho, quizás con un poco de orgullo: "He trabajado tan duro esta semana que ni siquiera he podido dormir". O tal vez, en todos estos años habrás presumido alguna vez de haber llegado a casa a las cinco de la mañana para luego ir directamente al trabajo. Esta es una actitud muy común en nuestra sociedad, en la que se encierra uno de los mayores peligros, el de ignorar la importancia del sueño para nuestra salud y felicidad.
Claro, casi nadie es consciente de los grandes riesgos que tiene la falta de sueño para la salud no solo del individuo, sino también para la seguridad de quienes le rodean y para toda la sociedad en general. Si lo pensamos bien, ninguna materia en la escuela habla de la importancia de dormir bien, y ningún profesor o empresario recomienda dormir en lugar de quedarse despierto toda la noche para terminar una tarea o un trabajo.
El caso es que, si bien el sueño es una actividad fisiológica necesaria en la vida de todos nosotros y ocupa un tercio de nuestro tiempo, hasta hace unos años no existían investigaciones extensas y exhaustivas sobre las modalidades, los motivos y los trastornos relacionados con el sueño. A pesar de la clara importancia que este mecanismo tiene en nuestras vidas, la comunidad médica y científica ha decidido ignorarlo ampliamente, dedicando fondos e investigación a otras áreas. De esta forma, el insomnio y la apnea del sueño han quedado como trastornos de poca importancia, de los que pocas veces nos preocupamos y que ocultamos en vez de tratarlos.
Desafortunadamente, ignorar un problema no hace que sea menos real, y los datos hablan claramente de una situación que pone vidas en riesgo constantemente. Por ejemplo, gran parte de los accidentes de tráfico, ya sea los provocados por errores humanos o por consumo de alcohol, suelen estar relacionados con problemas de sueño. Nunca permitiríamos que alguien se pusiera al volante si supiéramos que no es capaz de conducir con seguridad, ¿verdad? Sin embargo, lo hacemos tranquilamente cuando se trata de falta de sueño: muy pocos saben que el momento en que los párpados empiezan a cerrarse no es el primer signo de fatiga, sino la última etapa antes de quedarnos dormidos. Los accidentes causados por un conductor que se quedó dormido son comunes precisamente porque esta conciencia no existe.
Los accidentes provocados por el sueño parecen bastante graves, ¿no? Aún así, el problema no se acaba aquí: la investigación muestra que gran parte de los problemas que conducen a ataques cardíacos, cánceres y, en general, una esperanza de vida más corta, también están relacionados con la falta de sueño. En el mejor de los casos, dormir mal empeora nuestro estado de ánimo, provocando pensamientos negativos y haciéndonos menos reactivos, menos productivos y, en definitiva, insatisfechos con nuestras vidas. No faltan los casos de directivos y profesionales brillantes que han visto cómo su carrera se arruinaba por completo a causa de un trastorno del sueño no diagnosticado o diagnosticado con retraso.
Esto no pasaría si la higiene del sueño se enseñara desde la escuela, para educarnos a todos desde la infancia sobre la importancia de un buen descanso para tener una vida larga, sana y feliz.