¿Quién es la "gente normal"? Es la clase media, a la que el 70% de los americanos estima que pertenecen. La pregunta es: ¿qué hará la gente normal en los próximos años? La automatización y la inteligencia artificial están empujando a las personas fuera del mercado laboral, en el futuro inmediato se perderán miles de puestos de trabajo. En este momento, algunas de las personas más inteligentes del país están trabajando en una versión más económica que tú: un trabajador extranjero, un software, un robot. No hay malicia en esto. El mercado recompensa a quienes hacen las cosas de manera más eficiente y la eficiencia ama las cosas que se hacen de manera efectiva y al menor costo posible. Una ola de automatización y pérdida de empleos no es la visión de un futuro distópico, sino una transformación que ya está en marcha.
Los números cuentan una historia que hasta ahora hemos querido ignorar: hay una creciente masa de desempleados permanentes, la automatización se está acelerando hasta el punto de afectar los entornos sociales y nuestro estilo de vida. Un informe publicado por la Casa Blanca en diciembre de 2016 traza el panorama para los próximos 15/20 años: el 83% de los empleos pagados menos de 20 dólares por hora serán automatizados. Según el informe, entre 2.2 y 3.1 millones de conductores de automóviles, autobuses y camiones desaparecerán con la llegada de los vehículos autoguiados. Conducir un camión es uno de los trabajos más comunes en 29 estados. Lo mismo ocurre con la innovación que "tocará" a los cajeros, trabajadores de comida rápida, personas que se ocupan del servicio al cliente. La automatización ya ha eliminado 4 millones de puestos de trabajo en la industria manufacturera desde el 2000 hasta hoy.
La fuerza laboral en los Estados Unidos ahora es de 62.5%, inferior a casi todos los demás países industrializados. El número de estadounidenses que no forman parte de la fuerza laboral es igual a 95 millones. Este es el fenómeno que llamó The Great Displacement (El Gran Desplazamiento). Este es el problema social, no solo económico, más acuciante de nuestro tiempo: la frustración debida al desempleo lleva al crecimiento de problemas sociales, que incluyen la violencia doméstica, depresión, uso de drogas. Hay una entidad que puede reformar la sociedad y evitar que una gran parte de los Estados Unidos se quede sin empleo y sin futuro, el Estado Federal, que en este momento no tiene ni el presupuesto ni la estructura para actuar. Para reducir los efectos del Great Displacement es necesario invertir en educación, aprendizaje, formación, incentivos fiscales, pero actuar de acuerdo con las políticas habituales no es suficiente, porque estamos acostumbrados a pensar que el mercado resuelve la mayoría de los problemas, pero esta vez será lo contrario.