Vivimos en una época en la que las personas se sienten abrumadas por la cantidad de compromisos que asumen. Pero el problema en realidad no es lo muy ocupadas que están, sino más bien lo extremadamente desorganizadas que son. Lo que determina la calidad de nuestra vida es la forma en que pasamos el tiempo, por lo que es fundamental que reflexionemos sobre cómo lo usamos y recordar que todos tenemos a disposición la misma cantidad de horas al día. También los grandes personajes de la historia, como Abraham Lincoln o Steve Jobs, tenían 24 horas al día, por lo que la clásica expresión "no tengo tiempo" en realidad es solo una excusa.
La gestión del tiempo es probablemente la habilidad más importante para lograr una vida feliz y exitosa. "Gestionar" es el acto de mantener algo bajo control, mientras que "tiempo" es el conjunto de eventos que se suceden en la vida de una persona día tras día. Para algunos de estos eventos, reservamos tiempo intencionalmente en nuestra agenda, mientras que para otros hábitos bien establecidos ya no necesitamos planear, como por ejemplo cepillarse los dientes por la mañana. Algunos eventos son impredecibles, y por lo tanto no planeados, mientras que otros son cosas que sabemos que tenemos que hacer pero no las hacemos, como la actividad física. Es una buena idea, entonces, agregarlos en la agenda hasta que se conviertan en hábitos establecidos.
Por lo tanto, la gestión del tiempo es el acto de controlar los acontecimientos que suceden en nuestra vida. Gestionar el tiempo significa administrar toda nuestra vida, lo que es muy importante porque no queremos que las cosas se escapen de nuestro control por un problema de mala gestión, tanto a nivel profesional como personal.
Aprender a gestionar bien el tiempo no es tarea fácil porque implica cambiar algunos hábitos arraigados. Sin embargo, para tener éxito debemos asumir la responsabilidad de hacer lo que debemos hacer, en el momento y de la forma en que debe hacerse, nos guste o no. Esto requiere de mucha autodisciplina, que además es la fuerza con la que podemos lograr cualquier objetivo que nos propongamos en la vida.