Cada organización es esencialmente una serie de tribus, es decir grupos compuestos por entre 20 y 150 personas; desde hace siglos los seres humanos forman tribus de una manera tan natural que parece una característica que forma parte de nuestro código genético.
La organización en tribus es la base de todos los esfuerzos humanos a cualquier escala: su influencia es más grande que la de los equipos, los dirigentes o la empresa entera. El propósito de este libro es ayudarte a construir una tribu mejor, en la que las personas trabajen dando lo mejor de sí mismas y con el objetivo de tener un impacto en ellas mismas, en la organización y en todo el mundo. El estudio de las tribus que se explica en este libro se basa en el hecho de que estas emergen del lenguaje que las personas usan para describirse a sí mismas, a su trabajo y a los demás. De hecho, cada tribu tiene su cultura dominante que está caracterizada por una manera específica de hablar, un “tema” que aparece cada vez que las personas pertenecientes a la misma se expresan, escriben, bromean o se relacionan entre ellos.
La cultura de una tribu puede encontrarse en diferentes estadios de “desarrollo”, que van del 1 al 5. El estadio en el que las personas se encuentran y la cultura que las rodea se forman y se influencian entre sí; con el tiempo, el lenguaje que una persona utiliza y el que usa la tribu en un determinado estadio se sincronizan. Los Líderes Tribales son los únicos que tienen la habilidad de cambiar la fase en la que se encuentra una tribu: se trata de un proceso que implica el movimiento hacia delante de muchas personas, a nivel individual, ayudándolos a utilizar un lenguaje diferente y, como consecuencia, a asumir un nuevo comportamiento y establecer conexiones distintas. Mientras esto ocurre, la tribu empezará a producir una nueva cultura compartida. Cada persona de la tribu emprenderá un viaje a través de los diferentes estadios; el trabajo del Líder Tribal es acelerar este viaje para cada uno de los individuos de la tribu, con el objetivo de que se acabe formando una nueva masa crítica que se encuentre en el Estadio 4, que es el ideal.
Cuando se alcanza la cultura del Estadio 4, los beneficios son muy altos: las personas colaboran hacia una causa noble; el miedo y el estrés disminuyen, aumenta la participación de los individuos en el trabajo; la tribu se autoalimenta con enseñanzas, técnicas y recursos de sus propios miembros; aumenta la salud física de los integrantes, y también su felicidad y la diversión en el trabajo. En pocas palabras, las empresas cuyas tribus se encuentran en esta fase ganan más, tienen empleados cada vez más eficaces, sirven mejor a sus mercados y hacen todo esto mientras se divierten.