Todas las personas tienen deseos y objetivos que quieren obtener, pero a veces no logran poner todo su empeño para lograrlos. Esto puede generar frustración y la percepción de que hay elementos externos que nos impiden llegar al final del camino. Pero en realidad, hay muchas cosas que se pueden hacer y todas las respuestas están en nuestro interior. De hecho, la mente humana es la herramienta más poderosa que tenemos a nuestra disposición y si aprendemos a usarla podremos liberar todo nuestro potencial.
Para lograr lo que comúnmente identificamos con el éxito, hay dos cosas que son fundamentales: las modalidades de comunicación con las personas externas y el nivel de éxito que experimentamos internamente.
De hecho, a priori la realidad no tiene un significado, sino que asume el que nosotros decidimos darle. Asimismo, las emociones no se nos manifiestan, sino que las creamos nosotros mismos a través de pensamientos y acciones físicas. De esta forma podemos moldear nuestro estado de ánimo: si asumimos una postura encorvada, comemos mal y hablamos en voz baja, podríamos llegar a un estado de depresión.