Cuando tenemos veinte años, si podemos pagar el alquiler, las facturas, la comida y las vacaciones, es normal sentir que estamos haciendo un buen trabajo en términos de dinero y finanzas. Pero para quienes quieren lograr algo más que subsistir, obviamente esto no es suficiente. Entonces, ¿qué podemos hacer para asegurarnos de que podemos comprar una casa, tener muchos hijos y enviarlos a la universidad, tener una vida cómoda y una buena jubilación? Puede haber más de una respuesta a esta pregunta, y en este libro Tony Robbins nos lleva a explorar una de ellas, que con toda probabilidad es una de las mejores: invertir. Para hacerlo bien, primero debemos comprender algunos conceptos y patrones recurrentes que tienen que ver con los mercados. El primero es sin duda el del interés compuesto.
En promedio, el mercado de valores ha crecido un 10% al año durante décadas, un 7% real si tenemos en cuenta la inflación promedio. Es cierto que hay algunos años en los que los mercados colapsan, pero a la larga estas pérdidas reciben una gran compensación por el crecimiento que se logró en los años buenos. La clave es ver la inversión como una iniciativa a muy largo plazo. Ahora, digamos que invertimos dinero y lo dejamos madurar en índices bursátiles genéricos durante 20, 30 o 40 años. Si hay un período de recesión, durante algunos años parecerá que estamos perdiendo dinero. Pero si mantenemos la calma y evitamos desinvertir, eventualmente el mercado se recuperará y nuestra riqueza seguirá creciendo alrededor de un 10% al año.
La razón por la que invertir a muy largo plazo puede brindar muchos beneficios, como mencionamos, tiene que ver con las matemáticas que están detrás de la dinámica del interés compuesto. Cuando nuestro dinero invertido crece, este crecimiento está representado por el interés que recibimos. Por ejemplo, si invertimos 100 euros y la inversión crece un 10%, tendremos 110 euros, es decir, 10 euros más, y habremos obtenido un 10% de interés. La dinámica del interés compuesto se da cuando este crecimiento persiste en años posteriores y se multiplica. Esto significa que, a su vez, los intereses devengados generarán nuevos intereses automáticamente.
Volvamos al ejemplo anterior. Si en el segundo año volvemos a ganar el 10%, tendremos 121 euros, ya que el 10% de los 110 euros que tenemos equivale a 11 euros. Por lo tanto, obtenemos otros 10 euros a partir de la cantidad inicial, y 1 euro adicional de los 10 euros de intereses devengados el año anterior. Ese dólar adicional representa el interés compuesto. Aunque el efecto del interés compuesto puede parecer muy pequeño en este ejemplo, con el paso del tiempo se vuelve muy poderoso. Por ejemplo, una inversión de 50.000 euros en el índice general de mercado S&P 500 en 1985 habría hecho que esa suma ascendiera aproximadamente a 1 millón de euros en 2015, 30 años después.
Esto ocurre porque el interés compuesto garantiza que el dinero no crezca de forma lineal, sino exponencial. A lo largo de los años no solo se gana interés por la cantidad invertida, sino también por todos los intereses que produce. Al cabo de un tiempo, la diferencia se vuelve colosal, por lo que hay que empezar cuanto antes. Tomemos otro ejemplo, que a algunos les parecerá sorprendente.
Mario, entre sus 19 y 27 años (8 años en total) invirtió 300 euros al mes con una rentabilidad promedio del 10%, por un total de 28 800 euros. Luego, simplemente deja madurar su inversión hasta que cumpla 65 años. Como resultado, a esa edad, acabará con un capital de 1.860.000 euros. Por otro lado, a los 27 años Antonio empieza a invertir 300 euros al mes al igual que Mario, y con la misma rentabilidad promedio del 10%. Sigue haciéndolo durante 38 años, hasta los 65. Por lo tanto, el capital total invertido será 140.000 euros, y cuando Antonio cumpla 65 años dispondrá de “tan solo” 1.590.000 euros.
Entonces, Antonio habrá gastado cinco veces más que Mario, habrá tenido que ahorrar toda su vida y, al final, habrá recibido una suma menor que Mario, quien por el contrario, solo tuvo que ahorrar durante 8 años porque comenzó 8 años antes que Antonio.