Edward Snowden nació en Elizabethtown, Carolina del Norte, en 1983. Desde muy temprana edad mostró interés por el mundo de la tecnología, gracias a que su padre era programador y profesor de electrónica. Prefería su consola de Nintendo y juegos como Super Mario Bros. y The Leyend of Zelda a los deportes y los paseos en bicicleta con sus amigos. Edward vivió como una fiesta la llegada a su hogar de la primera computadora familiar, una Compaq Presario 425. Eran los primeros años de vida de internet y el joven no podía contener su entusiasmo ante la magia que estaba ante sus ojos. Efectivamente, el surgimiento de internet fue vivido como una verdadera revolución para quienes lo experimentaron en persona.
En efecto, las generaciones más jóvenes dan por hecho que pueden conectarse con total libertad, en todo momento. Pero al principio esto no era así. Solo se podía navegar estando en casa conectando el módem al teléfono. Cuando esto pasaba, parecía como un milagro. Según Snowden, al principio internet era un espacio real para la libertad y para compartir. El objetivo principal era informar y compartir, no ganar dinero. Era un servicio creado por y para las personas. Desde muy joven, el autor tuvo la posibilidad de intercambiar información y sugerencias sobre cualquier tema con personas de todo el mundo. Edward solía pedir consejos y explicaciones en los foros en los que estaba inscripto sobre compras que había realizado o temas relacionados con la electrónica. Las respuestas que recibía provenían de profesionales altamente capacitados que estaban dispuestos a aumentar sus conocimientos y habilidades. Todo de forma gratuita y totalmente desinteresada.
Como resultado, Snowden se formó más en internet que en la escuela, y de hecho solo lograba encontrar temas que realmente le interesaban, estimulaban su curiosidad y lo animaban a seguir informándose estando frente a una PC. Sin olvidar que en ese contexto nuevo e innovador no estaba obligado a someterse a reglas ni horarios impuestos por los adultos, como en la escuela, ya que en la web no había sistemas de evaluación y ni castigos. Al contrario, tenía la posibilidad de aprender de forma libre y anárquica y siguiendo su propio instinto. Esto fue lo que hizo un Edward Snowden muy joven, con gran entusiasmo.