En Birmingham, una ciudad en las Midlands inglesas, llueve a menudo. Malala Yousafzai se mudó aquí proveniente de Pakistán, para ser precisos del distrito de Swat, no lejos de la frontera con Afganistán. Una zona rodeada de montañas y llena de prados, lagos y árboles frutales. Malala y su familia, padre, madre y dos hermanos, extrañan mucho su tierra natal. En Birmingham tienen todas las comodidades, se están acostumbrando al estilo de vida y al clima, pero piensan siempre en su pueblo, sus familiares, sus amigos y la vida que dejaron atrás.
¿Por qué Malala y su familia tuvieron que abandonar su hogar? El 9 de octubre de 2012, cuando regresaba a casa de la escuela en autobús, Malala recibió algunos disparos que también hirieron a dos de sus compañeras. En estado muy grave, fue trasladada de urgencia al hospital de Peshawar, donde fue intervenida quirúrgicamente. El ataque fue reivindicado por el grupo local de talibanes que no aceptaba que Malala fuera a la escuela y que a las mujeres, en general, se les permitiera acceder a la escolarización. Para completar el tratamiento después de la cirugía de emergencia, la niña y su familia se fueron a Inglaterra, y desde entonces no han vuelto a su país.
En Birmingham Malala ha construido una nueva vida, un nuevo camino. Desde entonces se ha comprometido a ayudar a sus coetáneas de todo el mundo para reclamar su derecho a la educación. Y lo hace a través del Malala Fund, una organización que ha hecho público el problema y le ha permitido viajar por el mundo difundiendo su mensaje.