Los términos brand (marca) y branding (construir una marca) tienen su origen en la cría de ganado, ya que los ganaderos marcaban a fuego a cada animal para poder diferenciarlo fácilmente de los animales de otros criaderos. En los negocios, la marca sirve para distinguir dos productos que de otro modo percibiríamos como iguales, y esto permite que el producto "marcado" sea más interesante para el comprador, al punto de inducirlo a gastar más dinero para adquirirlo.
Sin embargo, una marca no es solo un símbolo, un logo o una palabra. También es un elemento gráfico que en una fracción de segundo puede comunicar una promesa al cliente potencial, también conocido como reason why, o razón de ser. Por ejemplo, los italianos saben que los zapatos Geox no hacen sudar los pies porque tienen una suela “que respira” o que los productos de la marca Mulino Bianco se elaboran con la tradición del pasado, es decir con ingredientes sin adulterar. También que la marca Patagonia es muy sensible a los problemas ambientales, por lo que permite reparar sus prendas para evitar desperdicios, o que Audi es un automóvil para las personas exitosas.
Desde que internet se convirtió en una herramienta accesible para todos y las redes sociales se expandieron a gran escala, la producción y el intercambio de información ha alcanzado niveles nunca vistos.
Por ejemplo, cada tres segundos se envían 8.5 millones de correos electrónicos o se escriben 35.000 nuevas actualizaciones de estado en Facebook, a lo que se suman más de 4.000 publicaciones y 25.000 comentarios, también cada tres segundos. Además del aumento exponencial de la información también se ha dado un aumento igualmente espectacular de la cantidad de productos entre los que el consumidor potencial puede elegir. Por ejemplo, los libros que se publican en Italia cada año superan los 55.000, pero solo el 20% logra vender más de 100 ejemplares.
Al mismo tiempo también ha disminuido el tiempo que la gente tiene para decidir qué marca elegir. Para contrarrestar esta situación, las empresas han incrementado la cantidad y el tipo de publicidad, gracias además al costo considerablemente menor que se deriva del uso masivo de la tecnología digital. Para hacer frente a este problema y llamar la atención de nuestros clientes, debemos comprender cómo funciona la mente de nuestros consumidores potenciales.